Gn 50.15-26 - "Maravillosa Providencia" - Serie Génesis No. 112
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INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Hemos llegado a la parte final de Génesis.
¿Cuál es el mensaje final de este libro?
¿Podemos hacer algo con estas palabras de Génesis?
¿Podría utilizar Dios aún las circunstancias difíciles para que podamos ser de bendición o salvar vidas a otros?
¿Qué es PROVIDENCIA?
Génesis es un libro especial que puede transformar nuestras vidas para la Gloria del Señor.
El título del mensaje de hoy es “Maravillosa Providencia” y está basada en Gn 50.15-26.
EXÉGESIS Gn 50.15-26.
EXÉGESIS Gn 50.15-26.
Resumen:
José acaba de sepultar a su padre Jacob, bajo el legado de la fe.
¿Qué pasará con el pueblo ahora? ¿Aún hay planes para ellos?
15 Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.
“Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José,..”
Temor que consume.
Pensaban que José era como ellos, que actuaba de una forma frente a su padre y lejos de su padre de otra.
Pensaban que José temía más (honraba) a Jacob que a Dios.
Pensaban que él guardaba rencor por lo que le había pasado.
NO CONOCEN DE PROVIDENCIA.
“..y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.”
Temor a que José devuelve lo que han hecho.
Reconocimiento a su culpa.
No conocen de PROVIDENCIA.
¿Qué es entonces Providencia?
Los hermanos de José no lo conocen, tal vez nosotros tampoco. ¿Pero cómo podríamos entender la Escritura dejando a un lado la Providencia de Dios?
16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
“Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:”
No se menciona en la Biblia.
Podría ser cierto.
Tal vez el padre había notado el temor de los hijos.
Tal vez los hijos hubiesen rogado a su padre.
Hay mucho temor.
17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
“Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron;..”
Padre aboga por sus hijos.
Jacob sí conocía la providencia de Dios.
Parece que anhela que José también lo conozca.
De hecho, si no hubiese sido por las situaciones pasadas de dolor, nadie estaría vivo.
“..por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre.”
Como el padre lo ha pedido, que José perdone.
José ya había perdonado antes.
Se declaran siervos de Jehová, también ellos han cambiado.
¡También han creído en las promesas y en el legado de Jacob!
“Y José lloró mientras hablaban.”
Hombre poderoso y sensible.
Ha sufrido mucho. Esclavo 11 años y en la cárcel 2.
José podría haber cuestionado a Dios de por qué le pasaban estas cosas malas cuando él era recto. Pero José entendió y esperaba en la Providencia.
18 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.
Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él,..”
El sueño nuevamente se había cumplido. Los hijos de Jacob están postrados delante de José.
Están arrepentidos, parece que sí, y dispuestos a pagar su mal.
“..y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.”
Han sido vencidos. Su orgullo había sido vencido.
Reconocen su mal y su inferioridad en poder. José podía terminar con sus vidas.
Están dispuestos a sacrificar sus vidas por paz para con sus familias.
19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
“Y les respondió José: No temáis..”
No hay palabras de mayor ánimo o confortación.
No debían temer sino sentirse seguros, a pesar del gran mal hecho.
José no era rencoroso. Entendía la PROVIDENCIA.
“..¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
Pregunta que debe dejar perplejos a sus hermanos.
Ahora saben que José honraba en realidad a Dios y no tan solo a su padre.
José no era rencoroso por la presencia de Jacob, sino por la presencia de Jehová.
¿Alguna vez has escuchado que alguien que te tiene en sus manos, te ha dicho: No temas, porque yo honro a Jehová?
José sí sabe qué es la PROVIDENCIA.
Y ESTO ES LA PROVIDENCIA DE DIOS:
20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.
“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”
José no era llamado a ser gobernador, ni hombre poderoso, sino a preservar vidas.
PROVIDENCIA en palabras de José es que:
Nada puede estar fuera del control de Dios porque Él tiene propósitos.
Dios mira hacia adelante para Sus planes.
¿Qué planes o cuáles propósitos?
Mantener con vida a mucho pueblo, porque Dios era Fiel a Abraham, Isaac y Jacob.
De ellos, vendría un descendiente que bendeciría a todas las familias de la tierra.
Cristo el Salvador, vendría de la casa de Israel.
Iba a haber una hambruna grande en la tierra, toda la tierra perecería, si no fuese por José. Dios a través de José.
Le costó dolor a José, pero no quitó sus ojos de Dios.
José sí comprendía la PROVIDENCIA de Dios.
21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.
"Ahora, pues, no tengáis miedo;..”
¿Cómo José podría ser rencoroso cuando es instrumento de gracia?
No había que temer.
“..yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos.”
No solamente les ha perdonado, sino también hará provisión.
El que recibe mal, es el que cuida de los demás. Eso es confiar en la Providencia.
José entiende el propósito para su vida: SUSTENTAR.
“..y les habló al corazón”.
Fueron consolados.
Recibieron palabras de amor, su corazón fue conmovido.
Va a finalizar Génesis:
22 Y habitó José en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años.
“Y habitó José en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años.”
Propósitos de Dios, de multiplicar a un pueblo, para que puedan ser pueblo suyo.
La casa de Israel había nacido en Jacob.
José no llega a la edad de sus padres, pero sin duda fue el hombre más correcto entre Abraham, Isaac y Jacob.
Compartió la fe de sus padres.
Y un hombre que ha recibido un legado de fe, y que ha visto la fe de sus padres, también está listo para dejar un legado de fe a sus hijos y nietos:
23 Y vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación; también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José.
"Y vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación;..”
Aunque había estado 20 años separado de su padre, el Señor le permite estar con sus hijos y nietos muchos años.
“..también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José.”
Literalmente el texto quiere decir que estos hijos serían suyos.
La gracia de Dios sobre José y el legado que tendrá que dejar José a sus hijos.
24 Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.
“Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.”
Confianza de José por las promesas recibidas.
ÉL SEÑOR CUMPLIRÁ
José ha experimentado en su vida, la fidelidad de Dios.
Saben que son de un pueblo de fe.
Al pueblo venidero: Debían fijar sus ojos en el Señor y no en Egipto.
25 E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.
“E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.”
Los resultados del legado de fe de Jacob:
José tiene toda la seguridad:
Serían cuidados por el Señor.
José también debe ser enterrado en la tierra de sus padres.
La gloria de Egipto no era comparada al estar al lado de los pastores de ovejas.
Por la fe en Jehová.
26 Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.
Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.”
Fue embalsamado porque debía conservarse su cuerpo para ser llevado un día a casa de sus padres.
Legado de José: Su cuerpo y huesos permanecen en Egipto, mientras espera ser llevado.
Comunica al pueblo que no son parte de Egipto, sino de la fe en Jehová.
Así termina Génesis con el relato de la muerte de José. Pero este no es el fin, sino es el inicio de una obra gloriosa que Dios haría un día con el pueblo de Israel.
MEDITEMOS EN LA PALABRA
MEDITEMOS EN LA PALABRA
Concluir el libro de Génesis es algo precioso, pero no será nada sino hay transformación en nuestra vida después del libro de Génesis.
Y en Génesis y en toda la Biblia hay un tema que impacta nuestras vidas: La providencia de Dios.
La providencia de Dios es tan maravillosa que permite que aún el dolor y las situaciones difíciles sean un medio para que Él obre, mientras nos llama a esperar y descansar en Él.
La providencia de Dios es tan maravillosa que permite que aún el dolor y las situaciones difíciles sean un medio para que Él obre, mientras nos llama a esperar y descansar en Él.
Que difícil entender la providencia para los hermanos de José y a veces también nosotros no la entendemos.
Mientras los hermanos de José viven en temor, y aún consideran que José es rencoroso, se están perdiendo de comprender los máximos propósitos divinos.
En cambio José está seguro que aún el dolor y sufrimiento no eran más que temporalidades que llevaban a la preservación de mucho pueblo, a la vida.
José podía descansar en las manos de Dios. En la providencia de Dios.
José esperaba en el Señor de los propósitos y ni aún 11 años de esclavo y 2 años de cárcel podían quitar del corazón de José esperar en el Señor.
José sufrió para preservar vida. Ese fue uno de sus propósitos.
Pero hay alguien más que hizo algo similar y mucho más maravilloso. Por eso José es llamado un tipo de Cristo. Una figura.
Hace más de 2000 años, un hombre también iba a padecer y sufrir para preservar vida.
A diferencia de José, este hombre venía del cielo, y era totalmente Santo.
El justo padeció por los injustos también para preservar vida a mucho pueblo.
JESUCRISTO se entregó en la cruz para preservarnos a cada uno de nosotros.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Por el dolor y sufrimiento de Cristo, también fuimos preservados para vida.
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Esa es PROVIDENCIA DE DIOS.
Que el dolor o la situciones difíciles (no de pecado), que sea la oportunidad para que tengas una comunión especial con el Señor, donde veas al igual que Cristo y al igual que José, los preciosos resultados que traerán si tan solo sigues confiando en el Señor.
No te prives de lo mismo que se privaban los hermanos de José, de no entender la providencia.
José no era rencoroso, sino tan solo confiaba aún en el dolor en los PROPÓSITOS Suyos.
Así que comprendiendo que ÉL TIENE EL CONTROL, podemos descansar plenamente en el Señor.
Otra verdad de esta porción de la Palabra, y de Génesis:
La providencia de Dios es tan maravillosa que nos permite participar de sus planes de redención al mundo a través de la transferencia familiar de la fe. Nuestro llamado es a presentar el evangelio a nuestros pequeños.
La providencia de Dios es tan maravillosa que nos permite participar de sus planes de redención al mundo a través de la transferencia familiar de la fe. Nuestro llamado es a presentar el evangelio a nuestros pequeños.
Esto es lo que hizo José con sus generaciones.
Esto es lo que hizo Abraham, Isaac y Jacob.
La herencia familiar consistía en la HERENCIA DE FE.
José no tiene una herencia en EGIPTO. Siendo aún un hombre poderoso.
Sino que sus mandatos son de llevar sus huesos a la tierra de sus padres, y el pueblo, cumpliría con el legado de fe de José.
32 Y enterraron en Siquem los huesos de José, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de dinero; y fue posesión de los hijos de José.
El legado de fe, si funciona.
Como padres, también podemos dejar un legado de fe.
Podemos darles la herencia espiritual a nuestros hijos.
Anunciarles y enseñarles el sacrificio de Cristo, que es nuestra verdadera herencia espiritual.
9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
¡Este libro de Génesis y sus verdades son para enseñarlas!
Hay un Creador, hizo el mundo en 6 días. Lo hizo en perfección.
El hombre pecó, trajo consigo la muerte.
Dios hizo provisión. Anunció que un descendiente de la mujer vendría y terminaría con Satanás y el sistema del mal.
Dios eligió a un hombre Abraham, para iniciar el pueblo, lo hizo a través de la transferencia de fe con Isaac, Jacob, sus hijos.
Dios mostró su PROVIDENCIA en que prepara todo en Génesis para la llegada de Su Salvador.
En palabras de Noé, respecto al Mesías, que DIos habitaría con su pueblo.
En la profecía de Jacob, respecto a Judá, que su cetro será eterno.
Y que todas estas verdades de Génesis, que llevan al REDENTOR, podemos enseñarlas a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
La providencia de Dios es tan maravillosa que nos permite participar de sus planes de redención al mundo a través de la transferencia familiar de la fe. Nuestro llamado es a presentar el evangelio a nuestros pequeños.
La última gran verdad de este pasaje y de Génesis:
La providencia de Dios es tan maravillosa que Él por Su Fidelidad y Gloria ha garantizado que el curso de la Historia humana lleve a la llegada de Su Salvador Jesucristo mientras nos llama a depositar nuestra fe en Él.
La providencia de Dios es tan maravillosa que Él por Su Fidelidad y Gloria ha garantizado que el curso de la Historia humana lleve a la llegada de Su Salvador Jesucristo mientras nos llama a depositar nuestra fe en Él.
Él y Sólo Él tiene la Gloria en Génesis.
No la tiene Noé que fue un hombre obediente.
No la tiene ni aún Abraham, quien es llamado el padre de la fe.
No la tiene Isaac, ni el penitente Jacob.
No la tiene Enoc que caminaba con Dios.
No la tiene ni el recto José ni Judá por quién vendría el mesías.
El único que tiene la Gloria en GÉNESIS es el SEÑOR.
Pero algo en común tienen estos hombres, que confiaron en Aquel que tiene toda la Gloria.
Noé se refugia en un Arca, figura de Cristo, y anuncio que Dios estará en medio de las tiendas de Sem, figura del que había de venir y habitar con el pueblo, Cristo.
Abraham, cree y es justificado, y tiene toda su fe puesta en que un descendiente suyo habría de venir y bendecir a todas las familias de la tierra.
Y Abraham vio el día de Cristo.
Isaac y Jacob, también recibieron las mismas promesas y esperaban a alguien de su descendencia.
Jacob y en Judá, anuncia el reino eterno de su descendiente, que es Cristo.
Esto es PROVIDENCIA. El Señor, a través de la historia de la humanidad, hasta que venga JESUCRISTO.
Génesis está mostrando todo esto. Pon tu fe en Cristo.
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
A la mujer: CRISTO.
27 Engrandezca Dios a Jafet,
Y habite en las tiendas de Sem,
Y sea Canaán su siervo.
A través de Noé: CRISTO.
3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
A Abraham: CRISTO.
4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,
A Isaac: CRISTO.
14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.
A Jacob: CRISTO.
10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.
A Judá: CRISTO.
Esto es PROVIDENCIA DE DIOS, que siempre lleva a CRISTO.
No te vayas a perder de la mayor expresión de la providencia de Dios, anunciada en toda la Escritura, anunciada desde Génesis que es CRISTO.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
Entrega tu vida a Quien solamente puede hacerse cargo de ella. Y a Quién es el Único Digno Cristo.
Fe y arrepentimiento.
Sino, no hemos comprendido nada de Génesis, que es CRISTO.
Sino, no hemos comprendido nada de la maravillosa providencia de Dios, que lleva a Cristo.
Vamos a orar.